La jornada de clases concluía al mediodía, en un viernes de julio, como habitualmente ocurre en la mayoría de escuelas de El Salvador. En el Centro Escolar República de Panamá, ubicado al nororiente de San Salvador, el sonido del timbre se escuchó entre los pasillos. Las aulas se vaciaron por buena parte de los alumnos que corrieron a buscar el portón de salida. Los docentes apresuraban el paso para marcar su hora de retiro; la mayoría debía trasladarse a su siguiente destino: otro centro educativo que les ayuda a completar –o elevar- su ingreso salarial al tomar una segunda jornada.
En el Centro Escolar República de Panamá el ruido de los estudiantes disminuía, pocos alumnos jugaban en las canchas mientras que unos cuantos más esperaban con impaciencia trasladarse a su casa. Parecía ser una escuela de esas en las que hay dos turnos –uno matutino y otro vespertino-, en las que los grupos se parten para recibir clases. Pero esta escuela es una excepción.
Al ser una de las 900 que fueron bautizadas o destinadas a ser Escuelas Inclusivas a Tiempo Pleno (EITP), donde se plantea la opción de “resguardar” –sí, resguardar- a los estudiantes dentro de los centros escolares, tendría que realizar actividades extracurriculares en una jornada extendida, para que los niños y adolescentes no pierdan su tiempo, aprendan más y se evite que delincan.
Al mediodía solo quedaba la directora, Yanira Barrientos, dentro del centro escolar. Estaba acompañada de algunos docentes. Aprovechaban la hora para almorzar, mientras esperaban que los estudiantes de bachillerato llegaran. Estos alumnos forman parte del modelo Edúcame, donde atienden a adultos que reciben clases a partir de la 1:00 de la tarde.
Ese viernes en el República de Panamá debió haber ensayado la banda de paz de la escuela. No fue así porque el instructor, quien no recibiría salario por impartir las clases de música, tuvo que atender un compromiso relacionado a otro empleo. El grupo no ensayó.
La directora explica el brumoso panorama en el que se encuentran: pese a no ser una tarea fácil, tratan de implementar los talleres que se plantearon desde la creación del programa. Para lograrlo extienden la jornada hasta la 1:00 de la tarde. Pero también pasa lo de ese día. A veces son los tiempos u otras obligaciones de los profesores –cuya labor extra es donada- las que impiden que se realicen los talleres. Es a partir de no tener el recurso humano suficiente lo que estaría generando inestabilidad para implementar el plan como en un inicio fue concebido. “Los mismos maestros donan de su tiempo para realizar los talleres”, dice Barrientos.
El Centro Escolar República de Panamá lleva cinco años dentro de esta categoría de “tiempo pleno”. Cuando ingresó al programa, solo habían 20 escuelas más para realizar jornadas extendidas con actividades culturales, artísticas y educativas. Con el tiempo llegaron a ser 32 las instituciones que se convirtieron en el proyecto insigne de la gestión anterior, lanzado en 2013 por el entonces ministro de Educación, Franzi Hato Hasbún.
“Vamos a resolver el tema de maestros”
Las expresiones de arte y las actividades deportivas son una apuesta del Ministerio de Educación (Mined) dentro de las escuelas a tiempo pleno. Lograr que los jóvenes puedan insertarse con más facilidad al mercado laborar y mejorar sus condiciones de vida es la razón de ser de este tipo de metodología, según el titular del ramo, Carlos Canjura.
Reconoce que hay problemas que se deben ir “resolviendo integralmente”; es decir, si crean un centro de cómputo, su prioridad será tener los maestros para impartir las clases. “No vamos a creer que vamos a resolver el tema de instalaciones y no vamos a resolver el tema de maestros. No podemos imaginar un centro de cómputo sin que los maestros estén preparados junto con las instalaciones”, manifiesta.
Pero el secretario general del Sindicato de Maestras y Maestros de Educación Pública de El Salvador (Simeduco), Francisco Zelada, disiente con esta postura. Según dice, el proyecto es una campaña publicitaria que no dio los resultados esperados a falta de un financiamiento adecuado. En una EITP, sugiere, se debe contar con todo el personal capacitado para atender a los estudiantes. No obstante, dice, hay centros escolares donde el Gobierno no contrató nuevos maestros especialistas, sino que a una maestra la obligaron a dar clases de baile por la tarde “en contra de su voluntad, un profesor que es de matemática le obligaron a dar clases de computación”. El caso que expone es en un centro escolar en Ahuachapán, donde también se habría dejado de proveer almuerzos, lo que llevó a que los alumnos dejaran de asistir.
La voluntad de los docentes
En 2013, cuando se lanzó el programa en el Centro Escolar República de Panamá, cuatro personas se encargaban de impartir los talleres de manualidades, refuerzo escolar, inglés, entre otros. Pero solo duró un año. El plan, que según la información oficial pretende “elevar la calidad de la enseñanza e incluir a la comunidad en el proceso educativo”, no marchó igual.
Tres años después, en esta escuela, con 208 alumnos inscritos, los mismos profesores deben dividirse las actividades alternas. Acoplan la capacidad y el tiempo para extender su trabajo hasta la 1:00 de la tarde. “Se nos vuelve difícil (impartir los talleres) por la falta de personal. Si tuviéramos los talleristas permanentes, sería un poquito más fácil. Los maestros donan su tiempo y esfuerzo”, reafirma la directora sobre el problema que representa la falta de personal que le dé continuidad al proyecto.
Según estima, apenas se recibe $13 por alumno matriculado, sin omitir que el 80 % del presupuesto va directamente para el pago de salarios. Pagarle más a los docentes por desarrollar los talleres, añade Barrientos, es un lujo que no se pueden dar.
¿Cómo logran que el proyecto subsista? La directora responde con una única expresión: por voluntad. Si bien los maestros son los responsables de que sus alumnos reciban talleres extracurriculares, sus acciones se basan en esfuerzos de entrega, no de remuneración económica. Si lo hacen es porque, no siempre, el retrato es tan malo. Dentro de la comunidad estudiantil, algunos estudiantes se encuentran becados en programas de la Universidad de El Salvador (UES), centros privados de enseñanza de inglés, y hay cuatro jóvenes que son miembros de una orquesta sinfónica. Pero ellos también implica correr en gastos que ni la escuela ni la misma familia tiene. Para movilizarlos, describe Barrientos, hay momentos en los que deben utilizar fondos del chalet escolar para pagar los pasajes y evitar que pierdan sus actividades, o son llevados por los mismos maestros para que no pierdan una clase.
¿Qué pasará si la voluntad se pierde? La directora sabe que el día en que los “maestros se cansen”, el programa estará en riesgo. Pero, antes de pensar en esa posibilidad, reitera que el proyecto, como iniciativa, es “hermoso, porque ayuda a los niños”.
Brindan talleres en los horarios de clases
Refuerzo escolar
En el primer ciclo se realizan círculos de estudios y club de tareas para acompañar el aprendizaje de los alumnos.
Manualidades
Alumnos del segundo ciclo reciben talleres de repujado, tarjetería y bisutería; una maestra de matemáticas es la encargada de enseñar repujado.
Banda de paz /clases extra
Los alumnos de niveles superiores tienen la oportunidad de ser parte de la banda de paz, dependiendo sus habilidades, de estudiar en otros centros.
Actividades de una EITP
Centro Escolar República de Panamá: cómo funciona frente a cómo debería funcionar.
07:30 a.m.
12:00 m.d.
Clases normales
Los alumnos reciben clases en turno matutino, de 7:30 a.m. a 12:00 m.d.
Cómo debería funcionar el plan.
Funcionamiento actual del plan en el Centro Escolar República de Panamá.
12:00 p.m.
01:00 p.m.
Almuerzo
1) Periodo en el que primero, segundo y tercer grado reciben refuerzo escolar.
2) Alumnos de cuarto, quinto y sexto grado reciben en este espacio clases de manualidades.
3)Séptimo, octavo y noveno tienen clases de inglés en este horario.
4) La banda de paz y la sinfónica de la escuela tiene ensayos en esta hora. En algunas ocasiones mueven a las tardes.
01:00 p.m.
04:00 p.m.
Talleres especializados
En las escuelas de Tiempo Pleno, los alumnos tendrían que recibir clases especializadas desde la 1:00 p.m. a las 4:00 p.m.